Todo de un respiro, sin pensárselo dos veces y con paciencia por si alguien se ofende. Así es Radja Nainggolan, tómalo o déjalo, y es por eso por lo que les gusta tanto a los romanistas. Recién regresado de Bélgica con esperanzas de poder jugar el Mundial, pero fastidiado por la presión asfixiante hacia él por la prensa local, el centrocampista de la Roma, cuenta sin tapujos al periódico «Il Tempo», desde sus impresiones del vídeo escándalo de fin de año, la batalla contra el Barcelona, de las llamadas de Spalletti para ir al Inter o de la oferta que llegó en enero de China. Pero el Ninja ahora es feliz aquí y quiere dejar su señal hasta el final.
¿Pensáis en el Bologna o tenéis la cabeza en el partido de Champions contra el FC Barcelona?
«Una victoria en el campo del Bologna nos motivaría y nos daría la posibilidad de continuar el camino positivo, espero que la pausa de las selecciones no influya en el equipo porque tenemos que jugar al máximo, después y anos concentraremos en la Champions«.
¿Cómo se sale vivos del Camp Nou?
«Lo mejor es que no tenemos nada que perder, podemos ser todavía buenos en Europa. Afrontamos a un equipo que no ha perdido nunca, será complicado, y quien lo mira desde fuera piensa que es imposible ganarlos, pero esto puede ser un punto de fuerza para nosotros porque nos consideran como derrotados y ese es un aspecto que nos motiva más. Vamos a jugarlo abiertamente«.
¿Cómo llegas tú?
«Ahora estoy bien, no siento más dolores, al principio tuve problemas físicos pero he continuado jugando porque siempre quiero dar una mano al equipo. Nos esperan tantos partidos en tan pocos días, tenemos que ser conscientes de nuestra fuerza y jugar duro. Este será el momento más importante de la temporada para poder clasificarnos en la próxima Champions, debemos estar todos preparados«.
¿Satisfecho con tu temporada hasta ahora?
«Es menos notable respecto al año pasado porque uno puede jugar mal pero si hace gol es elogiado. Este año marco pocos goles, hago algunas asistencias, el fútbol es así, me siento bien conmigo mismo, siempre doy el máximo, tomo mis responsabilidades y cuando las cosas van mal me pueden criticar tranquilamente«.
¿El módulo tiene algo que ver con eso?
«Se habla demasiado y son tonterías, juego en otra posición respecto a la anterior pero hubo partidos donde lo he hecho muy bien en este rol y otros donde he jugado peor con el otro rol. Quizá ahora tengo menos libertad en el campo, pero me meto a disposición del entrenador y no hago ningún problema«.
¿Es cierto que le has pedido a Di Francesco cambiar?
«No, nunca nos hemos quejado con él. Desafortunadamente, en Roma es así: si los resultados no llegan, nos dicen que estamos todos en contra del entrenador. No existe ningún complot, la gente habla demasiado, es fácil exprimir un pensamiento y después decir lo contrario».
¿Podrías explicar la crisis de diciembre a enero?
«Realmente no sé qué decir. Sucede todos los años, estas caídas siempre vienen y luego nos recuperamos. ¿Qué pasa? Tal vez nos acontentamos, estar arriba quizás nos haga pensar que las cosas seguirán solas. Entonces pierdes un partido y no estás preparado para perder, después viene el siguiente y después llega la crisis. Si hubiésemos ganado un partido y medio en ese periodo, tal vez estaríamos arriba, fácil decirlo, pero una explicación exacta no la tengo».
¿Cuánto ha insistido Spalletti para llevarte al Inter?
«Había interés de parte de ellos porque el entrenador me tiene cariño, aunque se hagan siempre miles de historia sobre él… Yo con Spalletti siempre he tenido buena relación, me ha hecho exprimir mis mejores condiciones. Pero al final no tuvo la posibilidad de que me fuera de la Roma».
¿No querías irte al Inter?
«Nunca hubo un interés concreto, no existía oferta, pero se escribía que Spalletti se quería llevar a Nainggolan, a Strootman… todo palabrerías…».
En cambio la propuesta de China era concreta…
«Hubo algo, pero nada serio, sería un mentiroso decir que el dinero no me interesa, tengo 30 años… Pero la verdad es que en el pasado rechacé ofertas importantes, hace dos años podía ir al Chelsea y ganar más dinero, pero no existe solo el aspecto económico. Me explico, algunos dicen «Voy a pasar un buen rato a China para ganar dinero». Hay personas dispuestas a hacer cualquier cosa, incluso lavar sus ropas con las manos, solo para ir a buscar todo ese dinero. Yo quiero mantenerme al mismo nivel, no pienso en cambiar de cuidad y estilo de vida, estoy bien aquí y basta».
¿Cómo es Di Francesco con respecto a Spalletti?
«Di Francesco es una persona bastante tranquila, que nos hace sentir bien como grupo. En el 4-3-3 tácticamente creo que es fuerte. Está haciendo buenos resultados, en el primer año en un equipo importante no está mal llegar a los cuartos de la Liga de Campeones. Tiene positividad y eso nos lo transmite a los jugadores. Tanto él como Spalletti son buenos entrenadores».
¿Sería importante dar continuidad al camino de un entrenador?
«Sí, ahora tenemos que estar entre los cuatro primeros, y luego Di Francesco debe mantener la fuerza porque es correcto para él seguir trabajando en este nuevo grupo».
¿Cuántas temporadas te quedan por jugar?
«Siempre he dicho que no seré futbolista hasta los 40 años por una simple razón: me encanta disfrutar la vida. También lo hago con el fútbol que para mi es un hobby, mientras que lo más importante es vivir bien. Pero bueno, creo que temporada tras temporada, espero continuar sintiéndome bien, entonces cuando haya espacio para los jóvenes, me iré».
¿Te arrepientes del directo de fin de año?
«Fue una tontería, yo el 31 de diciembre nunca he estado en casa, si hubiera salido de fiesta no habría sucedido, en cambio cogí el teléfono y sucedió, lo siento mucho porque he dado un mal ejemplo, yo no soy así, yo no doy mal ejemplo a los niños, intento enseñar lo bueno lo máximo posible, fue algo muy equivocado. Pero en esas situaciones no puedes entender nada y disculparte después de haberlo hecho. Sucedió una vez, no todos los días hago cosas así».
¿Cómo te tomaste el castigo de mandarte a grada frente al Atalanta?
«Tomaron una decisión que compartí en silencio, no hubo problemas entre Monchi, el entrenador o el presidente. No dije una palabra, fue así, tomo mis responsabilidades, me callo y cuanto antes dejas de hablar de eso, mejor».
¿Pero a padel juegas mejor que en final de ese vídeo? (risas)
«No le demos más bola a esto» (ríe)
Entre los comentarios en el directo, apareció Balotelli.
«Sí, recuerdo eso… No puedo decir nada contra él, como forma de vida somos muy similares, una persona tiene derecho a hacer lo que quiere: lo veo de esa manera. Aquí en Italia, Mario tiene la misma atención que los medios de comunicación belgas tienen de mi. Me llaman el «chico malo», pero todos son tonterías. Nunca he tenido ningún problema con mis compañeros, no hago daño a nadie y dejo a todos tranquilos. Pero luego ven que haces una sola cosa y montan una gran historia, la prensa belga es demasiado pesada. Desafortunadamente, si cometes un error a los 18-19 años, te ponen una etiqueta y lo llevas para siempre».
¿Eso ha cambiado la opinión del entrenador Martínez?
«No sé, el otro día dijo que no tomará decisiones basadas en lo que quiere el público… Yo estoy feliz porque sentí el afecto de la gente y no me lo esperaba. Ahora que conozco mejor la parte humana del entrenador, no me imaginaba que fuera así: algo especial me sucedió, pedí un permiso y me dejó i a pesar de ser el último entrenamiento, tenía miedo de pregutárselo pero me dejó ir tranquilamente».
¿Irás al Mundial?
«Lo espero, estoy haciendo de todo, pero no depende de mí. Ya lo creía hace cuatro años y no me llamaron así que ahora pienso en hacer lo mío y le dejo la elección a Martínez, aunque creo que merezco espacio».
¿Y el scudetto quién lo ganará?
«Si te digo la verdad, la Juventus, espero que lo ganen ellos. Nada contra el Napoli, por como juegan se lo merecen, pero después de quedar segundos todos estos años si gana otro equipo que no sea la Juve, me irritaría, a Mertens no lo quiero ganador».
¿Cual es vuestro verdadero rival para entrar en Champions?
«Depende sobre todo de nosotros. Están el Inter y la Lazio, todavía hay partidos directos para jugar, tenemos el derby».
¿La Lazio se queja de las decisiones arbitrajes equivocadas?
«Ven penalización incluso cuando no las hay, en mi opinión, ha sucedido que en algunos partidos se les ha facilitado. También nos pasó a nosotros en el pasado lo de protestar, los episodios son interminables, pero debemos avanzar. En cambio, los laziales hablan todavía de la penalización de la tercera jornada y ya vamos a llegar a la 30…».
¿Te gusta el VAR?
«Se usa un poco demasiado, el árbitro está condicionado y si decides mirar las repeticiones yo también podría hacer su trabajo. Equivocarse es de humanos, todos cometemos errores, creo que el VAR debe tenerse en cuenta solo en los momentos importantes del partido, no en cada media parte, de lo contrario, el partido se detiene con demasiada frecuencia».
¿Monchi?
«Es enorme, está aquí todos los días, en comparación con Sabatini está más involucrado en el vestuario, viene, habla, está siempre disponible y cuando tiene algo que decir lo hace, si tiene algo que reprochar no tiene problemas en hacerlo: la gente así me gusta».
¿Totti dirigente?
«Lo ayuda mucho (a Monchi), sabe como estar cerca del equipo y en que modo reaccionamos los jugadores. Se dan la mano el uno al otro, la inclusión de Monchi tan positiva dentro del vestuario también fue posible gracias a Totti, quien a veces nos habla en nombre del director deportivo. Y en algunos casos es más fácil para nosotros escuchar a Totti que a Monchi».
¿Schick?
«Es un niño, tiene 20 años. En la Samp lo ha hecho muy bien, vemos que tiene tanta calidad, el entrenamiento es importante para el jugador, pero en Roma tienes que demostrar todo de inmediato, tener los huesos listos y es difícil. Aquí, si cometes errores, te comienzan a silbar. También tiene miedo porque han pagado mucho, siempre se pone a su disposición, da lo mejor, quiere hacer las cosas de inmediato y tal vez no alcanza el gol. Pero no tengo dudas: es fuerte».
¿Por qué te quitaste la cresta?
«Me la he quitado por un tiempo, volverá de nuevo, es por algo mio, pero me gustan tanto los niños que volveré a la «normalidad»».
¿Un arrepentimiento?
«Me repito todos los días esta frase: Mañana puede que no estés, disfruta de la vida tanto como quieras, por lo que arrepentimientos tengo pocos».
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